Como había adelantado en el informe anterior, la crisis financiera internacional hizo pié en nuestro país. El mismo Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) ya informó un desaceleramiento en la actividad económica nacional en su conjunto. Esto quiere decir que, si bien se creció, comparativamente el crecimiento fue menor al período anterior.
Los motivos han sido los movimientos negativos que se mencionaron en el informe anterior.
La inversión se ha detenido por completo en este mes, muchas de las grandes empresas internacionales están siendo reducidas por los problemas en las casas matrices; al punto de suspender o recortar personal. Los casos más importantes son General Motors en Santa Fe, quien pretendió despedir 500 empleados, que fueron reincorporados sólo después de una extensa negociación sindical, bajando los niveles de sueldo y Gestamp Automoción de Córdoba, que desvinculó a 215 empleados que estaban registrados como contratados eventuales.
Paulatinamente, también están bajando las exportaciones, las proyecciones para el 2009 no son alentadoras; se prevee una disminución en las mismas que oscilan entre un 1% y un 25%. Los sectores más afectados serían el agropecuario ya que Argentina es precio aceptante de commodities a nivel mundial y por ende la caída de hasta un 50 % ha afectado totalmente los precios nacionales y la industria automotriz por la devaluación de la moneda brasilera, llegando casi a los valores del peso, lo cuál le quitará mercado a los productos argentinos.
Estos sectores, junto con el vitivinícola (en el que no se prevén disminuciones en las exportaciones) son los principales sectores de la economía, y como consecuencia de las malas proyecciones los primeros realizan menores o nulas inversiones, impactando negativamente en las pequeñas firmas de sectores relacionados. En cuando al campo, desde octubre no reciben nuevos pedidos de maquinaria agrícola y este sector emplea a más de 170.000 personas.
Lo anteriormente enunciado es además potenciado por una baja en el consumo, debido principalmente a la inestabilidad laboral que se comienza a sentir y por ende, un ajuste en las prioridades de las personas, quienes están ampliando su capacidad de ahorro en vistas a un problema económico futuro.
Suma a esto, se han recortado de los créditos de corto plazo (12 y 18 meses), para el consumo con pago en cuotas, por la imprevisibilidad futura y la desconfianza general de la persistencia de un escenario, cuando el Gobierno en dos oportunidades ha intentado cambiar estructuralmente las reglas de juego de dos importantes mercados, el agropecuario, fijando los precios a través de sistema de retenciones a la exportación móvil según el valor FOB y el cierre de las privadas Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), obligando a todos a confiarle sus ahorros de pensión al Estado, independientemente de la voluntad individual.
Además, para el año que viene estimo que la situación lamentablemente seguirá empeorando. El Fondo Monetario Internacional (IMF) así lo asegura para la economía global, hasta como mínimo, fines del 2009, siempre que se apliquen medidas adecuadas.
En este contexto el Gobierno Nacional lanzó un paquete de medidas que buscan sostener la economía, pero con resultados no muy ciertos.
- Aproximadamente AR$ 71.000 en Obras Públicas, en palabras de la Presidente, "Este plan va a versar sobre tres tipos de obras: estructural, que modifican el escenario económico o ambiental; obras programáticas, locales, como hemos hecho la gran mayoría de la obra pública, y obras localizadas, que generarán mayor mano de obra" que serán financiadas “con fondos presupuestarios, extrapresupuestarios y de la Anses” (siglas de Administración Nacional de la Seguridad Social) éstos últimos conseguidos a través de la reciente desaparición del Sistema de Capitalización Privada para la Seguridad Social.
- En cuanto al empleo “vamos a condonar la totalidad de la deuda impositiva” en los casos que regularicen las situaciones de empleados trabajando en forma informal. Siempre que la empresa tenga menos de 10 empleados. "Además vamos a regular en materia de contribuciones patronales, de manera que por cada nuevo puesto de trabajo que se cree sólo se aportará el 50 por ciento de aportes patronales durante el primer año y, en el segundo, el 75 por ciento", indicó la Primer Mandatario.
- Por último, anunció un nuevo esquema impositivo destinado a fomentar la repatriación de capitales. De acuerdo a categorías, los fondos sin declarar deberán aportar un 8 por ciento, aquellos que no sean afectados al sistema financiero el 6% y los que se inviertan en títulos de la deuda o proyectos de infraestructura o inversión inmobiliaria, agraria o industrial, deberán tributar un 1 por ciento.
Habría entonces que analizar en detenimiento cada punto de este nuevo paquete para evaluar la efectividad que se puede esperar del mismo.
- En cuanto al primer punto, en principio, es una decisión acertada, en un momento donde las economías privadas están deprimidas, es el Estado quién debe asumir el papel de motor de la economía, de forma de estabilizar los mercados; una forma de ello es invertir en infraestructura para inyectar liquidez. Pero es observable el hecho de que se utilicen fondos de la Seguridad Social para gasto público, ya que ese dinero tiene que estar garantizado para los futuros jubilados y estas obras no son rentables, en realidad, se está traspasando el problema de un lado a otro.
- En lo referido al empleo, son medidas que poco tienen que ver con la crisis, por el contrario, es más razonable su implementación en momentos de mayor crecimiento, ya que las pequeñas empresas contratan personal, en este momento medidas más adecuadas serían referidas a evitar despidos o suspensiones que a fomentar la contratación porque no habrá o será insípida.
- En cuanto a los beneficios impositivos para el reingreso de dinero de argentinos en el exterior, es una medida que en palabras suena muy interesante, en realidad, hay que evaluar la factibilidad práctica de esta medida.
Visto esto, es evidente que nos encontramos en la puerta a una etapa de recesión, como se encuentran varios países de Europa y Asia, pero a diferencia de aquellos países, en el nuestro no ha habido un cambio bruto, sino que paulatinamente vemos como el crecimiento económico al que nos habíamos acostumbrado, se diluye. Una buena, la inflación se detuvo (lo que resulta un alivio, en caso contrario sería una estanflación).
Por ende se ve a priori, que las medidas no son las mejores para hacer frente al nuevo escenario, así que es de esperar, de seguir todo igual, que los problemas en nuestro país sigan incrementándose.
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Hace 15 años